Es capaz de ajustar de manera cómoda una amnesia y analgesia adecuada junto con un nivel de conciencia que permita responder órdenes sencillas (abra la boca, girar la cabeza, …) sin que se afecte en ningún momento el bienestar ni la seguridad del paciente. Además, la cooperación del paciente durante el procedimiento proporciona las condiciones necesarias para que el odontólogo realice su tarea con más agilidad y rapidez.
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